¡Hola a todos! ¿Qué tal la semana?
La idea de tener una piel totalmente igualada tanto en color como en textura es el deseo más común entre las amantes del maquillaje. Lo cierto es que una piel bien cuidada, sin rugosidades, sin poros abiertos y sin rojeces (y ya que estamos sin ojeras) es un bien al que pocas optan. Por ello, existen este tipo de productos están al alza en el mercado. Los correctores de color son una de las partes del maquillaje más desconocidas...hoy os hablo de ello a raíz de estos polvos de acabado. ¿Os apetece? Seguid leyendo :)
Desde que me maquillo he utilizado polvos matificantes (de hecho, creo que fue el primer producto de maquillaje que utilicé, incluso antes que la máscara de pestañas: imagino que todas recordaréis los míticos Maderas de Oriente, creo que todas las madres del mundo los tienen o los han tenido), pero siempre los he utilizado de tipo estándar, es decir, del color de mi piel. El otro día, paseando por Primor en busca de unos nuevos polvos, decidí probar estos. Los polvos matificantes nunca son los mismos en mi cajón, siempre voy probando y probando, buscando los que me enamoren definitivamente. En otra ocasión os hablaré de los que están, de momento, en el número uno de mi lista personal :)
El caso es que me llamaron la atención (no solo por ser de colores, sino por ser cocidos), y tenían buen precio y buena pinta, así que decidí probar algo distinto. Os cuento un poco la "teoría" de los colores, es muy sencillo: si hay algún color en nuestra piel que no deba estar ahí (como puede ser el azulado-morado de las ojeras o las rojeces) tan solo hay que aplicar en la zona el color opuesto en la rueda del color. Aquí os la dejo para orientaros:
Así, las rojeces deben "taparse" con un corrector verde, y las ojeras, con uno salmón-rojizo. Obviamente, estos polvos lo harán de una forma muy "suave", pues los colores no están demasiado definidos. Para un problema de ojeras muy pronunciadas, es mejor aplicar directamente un corrector en crema salmón antes del corrector normal y la base (es decir, un "precorrector"). Casi todas las marcas los han sacado ya a la venta, y los hay muy económicos y efectivos.
Para que veáis los colores de este producto, os dejo los swatches. De izquierda a derecha, todos los colores juntos, el amarillo, el morado, el verde y el salmón:
El efecto producido, en general, es de "buena cara". Es de estos polvos que no matifican de pleno, es decir, no dejan la cara "acartonada". De alguna forma dejan salir la luz natural de la piel, y la verdad es que se nota bastante ese efecto "igualador". Yo los cojo con la brocha de polvos normal, todos mezclados, y me gustan mucho sobre todo para la zona de la ojera, pues son muy finitos (los polvos que son más gruesos tienden a crearme pliegues en esta zona). Si tengo que decir algo malo...es que creo que no están hechos para pieles grasas. A las pocas horas salen brillos (quizás aguantan 4-5 horas matificando bien). Desafortunadamente es mi caso, pero aún así, me gusta mucho el efecto que dejan...es difícil encontrar unos polvos que matifiquen sin acartonar. Otro defecto es que el producto tiene poca cantidad: tan solo 4 gramos.
Lo que más me ha gustado es que cuando lo aplicas sin llevar base o correctores (algo que yo suelo hacer muchas veces, sobre todo cuando voy a clase) se nota MUCHO el efecto. Iguala muy bien el tono sin necesidad de nada más.
PRECIO: 5,49 en Primor
http://www.primor.eu/mua/36844-pro-base-prime-conceal-powder.html
Poco más. ¡Espero que esta reseña os haya sido útil, y para cualquier consulta, no dudéis en dejar un comentario!
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